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Existe un desierto, donde la arena es cálida y los granos brillan con el sol,
en ese desierto se han contado muchas historias, en sus rocas reposan muchos recuerdos
que el viento no sabe borrar. Por más que sople el viento, por más vendavales
que se produzcan, las rocas quedan siempre grabadas. Y puede que pace miles de años
antes que la roca sea gastada.
Pero es muy duro vivir en el desierto, el sol es implacable, y lo único que quieres
es hallar un pozo para beber mucha agua y refrescarte; pero lo único que tienes es una pequeña
cantimplora de agua, que debes ahorrar para sobrevivir y si tienes suerte podrás conseguir una
pequeña sombra que te cobije de los rayos del sol.
De repente todo cambia, en el horizonte infinito se ve como se forman las palmeras
y se transforma en un verdadero oasis que te cubre de la frescura de sus cocos,
de su manantial increíble y te hace vibrar de felicidad. Un verdadero paraíso terrenal
donde el agua es tan cristalina y dulce. En este lugar se puede sentir el amor, ¿para que partir
a otro lugar si aquí se tiene todo? ¿El corazón puede explotar de tanta dicha?
Que crueles son los sueños y la fantasía, un espejismo, eso era todo.
¿Cómo pude engañarme con mis propia imaginación? Puedo ver mi sombra de frente y
me hace entender y confirmar que mis pies han vuelto a pisar tierra, hubiese querido no despertar,
pero vivir engañada tampoco era una buena opción. Pero la caída fue fuerte, volar tan alto me hizo
mucho daño. Ahora solamente debo seguir.
Mientras camino, se iluminan estrellas en el firmamento, aparecen una a una,
haciendo una fiesta en el cielo, es como si pudiera ver todas las galaxias,
que maravillosa creación de Dios, esto no me lo imagino, es la realidad,
me sobrepongo de mi tristeza, con este paisaje no queda más que sonreír,
mientras tanto sigo caminando contemplando un hermoso final.
De: Helen Hernández, 2013
Me ha sorprendido mucho helen, me gusta, se siente la sensibilidad ante la vida, ilustrando y haciendo uso de metaforas y con tema de fondo el desierto, el peor lugar para vivir, pero ideal para las emociones y mostrar la mejor forma de conducirse en nuestra vida, increible pero muy muy cierto.
ResponderEliminarLa felicito, el final con la ilustración nocturna encierra muchas ideas y moralejas y me conmovió muchísimo...
Muchas gracias forastero. En toda nuestra vida podemos sentir muchas cosas, y que mejor compararlo que con el desierto. Espero que en otra ocacion pueda inspirarme lo suficiente para poder escribir otra prosa a la vida.
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