La Biblia y la Ciencia

La Biblia y la Ciencia

En 1613 el científico italiano Galileo, publico una obra conocida como: “Cartas sobre las manchas solares”.

En ella presentó prueba de que la tierra giraba alrededor del sol y no el sol alrededor de la tierra.

Al hacer esto abrió paso a una serie de sucesos que lo pusieron finalmente ante la adquisición católica romana bajo intensa sospecha de herejía, con el tiempo vio obligado a abjurar.

¿Por qué se considero herejía la idea de que la tierra giraba alrededor del sol?

Porque los acusadores de Galileo afirmaron que aquello era contrario a lo que dice la Biblia.

Hoy día es común la idea de que la Biblia no es científica y algunos señalan a las experiencias de Galileo como prueba de ello. Pero ¿Es cierto eso?

Al contestar esta pregunta tenemos que recordar que la Biblia es un libro de profecías, historia, oración, leyes, concejo y conocimiento de Dios; pero no afirma ser un libro científico.

Pero cuando la Biblia trata asuntos científicos lo que dice es totalmente exacto.

Veamos algunos ejemplos:

1) El planeta tierra

En el libro de Job leemos: “El extiende el norte sobre el vacío, y cuelga la tierra sobre la nada.” Job: 26:7 (Biblia de las americas), comparemos esto con la declaración de Isaías: “Hay uno que mora por encima del circulo de la tierra” (Isaías 40:22 Traducción del nuevo mundo).

El cuadro que aquí se da es el de “la tierra redonda que cuelga sobre nada, en el lugar vació”. Nos hace recordar las fotografías de que han tomado los astronautas de la esfera terrestre “Flotando en el vació”.

2) El ciclo del agua

Así lo describe el diccionario: “Se define como la secuencia de fenómenos por medio de los cuales el agua pasa de la superficie terrestre, en la fase de vapor, a la atmósfera y regresa en sus fases líquida y sólida. La transferencia de agua desde la superficie de la Tierra hacia la atmósfera, en forma de vapor de agua, se debe a la evaporación directa”

La Biblia lo describió en términos sencillos este proceso del ciclo del agua: “Los ríos van todos al mar, pero el mar nunca se llena y vuelven los ríos a su origen para recorrer el mismo camino”. (Eclesiastés 1:7. Versión popular)

Y aun hay más textos científicos, que trata la Biblia.

La Biblia es tan exacta en lo referente a campos científicos ¿Por qué dijo la iglesia católica que era anticientífico el que Galileo enseñara que la tierra se movía alrededor del sol?

Fue por la manera en que las autoridades interpretaron ciertos versículos bíblicos. ¿Tenían razón?

Leamos dos de los pasajes que citaron:

El pasaje dice: “Sale el sol y el sol se pone; corre hacia su lugar y allí vuelve a salir” (Eclesiastés 1:5, Biblia de Jerusalén).

Según el argumento de la Iglesia, expresiones como “Sale el sol” y “El sol se pone” significa que el sol se mueve y no la tierra. Pero lo más chistoso de esto es que aun hoy día decimos “Que el sol sale y se pone” y sin embargo la mayoría de nosotros sabemos que es la tierra que se mueve y no el sol.

Cuando usamos expresiones como esta, estamos describiendo el movimiento aparente del sol desde el punto de vista de un observador humano. Eso mismo estaba haciendo el escritor bíblico.

El otro pasaje dice: “Sobre sus bases asentaste la tierra, inconmovible para siempre” (Salmo 104: 5 Biblia de Jerusalén).

Esto se interpretó en el sentido de que después de la creación, la tierra nunca podría moverse, sin embargo en realidad el versículo da énfasis a la permanecía de tierra, no a que no pueda moverse. Además este texto no tiene nada que ver con el movimiento relativo de la tierra ni del sol.

En conclusión:

En los tiempos de Galileo fue la iglesia y no la Biblia la que dificulto la libre consideración de asuntos científicos.